Cómo vestir para ir a un juicio

A la hora de vestir, procura no llamar la atención con las prendas que eliges. Así, lo más conveniente es que optes por looks convencionales, colores neutros y prendas que te sienten bien. El traje de chaqueta oscuro y la camisa blanca, ya sea con falda o pantalón, es una opción más que indicada en estos casos.

Una vez hayas elegido las prendas que vas a ponerte es vital que estas se encuentren debidamente lavadas y planchadas. Lo mismo sucederá con otros accesorios que lleves, como es el caso de los zapatos: en estos casos debes constatar que no tienen marcas de suciedad y se encuentran lo más nuevos posible.

Procura seleccionar prendas que generen una buena percepción, independientemente de la marca a la que pertenezcan. Muchas veces las firmas de lujo o para consumidores con alto poder adquisitivo pueden resultar perjudiciales en un juicio a la persona que las lleva, restándole credibilidad. Por ello, lo más conveniente es no llamar la atención por la indumentaria elegida sino por el testimonio aportado en la vista o juicio al que asistas.

En lo que respecta a la joyería, bolsos y zapatos elegidos para asistir a un juicio es importante que primen la sobriedad y la sencillez. Por eso, descarta las joyas ostentosas y decántate por elementos que no distraigan ni llamen la atención. En lo que respecta al bolso y los zapatos procura que estos sean elegantes y 'hablen' positivamente de ti.

De nada servirá que cuides tu ropa y accesorios si tu peinado y maquillaje no son correctos. En lo que respecta al pelo, lo mejor es que te decantes por una imagen tradicional, bien con el cabello recogido en un recogido clásico, bien suelto debidamente cepillado. En alusión al maquillaje, es importante que este no sea excesivo y optes por utilizar tonos claros, que te aporten viveza pero que no distraigan al oyente que te presta declaración en el juicio.

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