Las redes sociales se han convertido en algo indispensable para la mayoría de personas. Pasamos al menos dos horas diarias en webs sociales, pero a menudo no sabemos sacarles todo el potencial que tienen. Desde un punto de vista profesional, los social media permiten al usuario dar a conocer su perfil y, llegado el caso, ofrecer o promocionar sus servicios. Son, desde el punto de vista del personal branding, una magnífica manera de estar cerca de nuestros posibles clientes o empleadores, que nos permite contar quiénes somos, qué hacemos, y qué nos diferencia en nuestro mercado. Aprender a sacar partido a estas herramientas es sencillo, presta atención a los siguientes consejos sobre cómo usar las redes sociales para posicionarse profesionalmente.
Lo primero es escoger la red social que mejor se adapte a tu perfil profesional. Si eres fotógrafo, un perfil en Tumblr, Instagram o Pinterest puede tener sentido, mientras que si eres un experto redactor de contenidos necesitarás redes que permitan escribir, o al menos compartir artículos escritos en blogs.
LinkedIN es la red profesional por excelencia pero está algo limitada en algunos aspectos, por lo que no está de más tener perfiles en otros portales con más funcionalidades. Hay más redes sociales de las que piensas, si investigas un poco encontrarás muchas que cubran tus necesidades laborales.
Lo siguiente, aunque pueda parecer de perogrullo, es aprender a usar la red que has escogido. Por intuitiva que sea una red, siempre hay "trucos" o malas prácticas que distinguen al usuario experto del novato entusiasta.
¿Has visto esos tuits llenos de hashtags que son casi incomprensibles? Son un magnífico ejemplo de cómo utilizar mal una red social.
En Internet hay decenas de tutoriales profesionales, a veces ofrecidos por la propia web que quieres utilizar. Asegúrate de aprender todas las herramientas y no olvides que quieres dar a tu red un uso profesional.
Lo más importante en redes es saber crear contenido. Una persona cuya presencia en Twitter se basa en retuitear todo lo que se mueve no está creando nada, no aporta contenido propio y está condenada a no ser escuchada.
Piensa a quién quieres dirigirte y qué cosas les pueden resultar interesantes. Comienza un blog si ves que lo que más les interesa son análisis o textos largos. Si no, un buen tuit o un estado de Facebook interesante serán suficientes para ir haciéndote hueco.
Haz caso a tu público. Si nadie hace clic en "Me gusta", si no se comparte lo que publicas, si tus únicos seguidores son tus cuñados... algo estás haciendo mal. No basta con intuir qué quiere el sector al que te quieres acercar, haz una búsqueda real. Observa quién comparte lo que escribes, lee los comentarios que te dejen en el blog y procura responder siempre.
Es imposible que te posiciones si nadie está interesado en lo que cuentas, o si solo recibes un feedback negativo. Que no te dé miedo empezar de cero, mejor eso que mantener un perfil que solo te trae críticas.
Enmarca tu trabajo en redes dentro de tu estrategia de personal branding o posicionamiento como profesional. Las redes sociales son una herramienta, pero no pueden ser el centro de tu estrategia de posicionamiento. Compleméntalas con un buen networking y, por supuesto, con un buen trabajo en tu sector.
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