Cómo ser más organizado con el dinero

Todos los meses hay que hacer frente a unos pagos (luz, agua, teléfono, la comunidad de vecinos, el seguro del coche, etc.) así que para no volvernos locos con todas las facturas lo primero que debemos hacer es domiciliar todas las facturas en una cuenta y pagarlas automáticamente el mismo día de cada mes. Así nos aseguraremos de pagar puntualmente las facturas y nos ahorraremos multas o penalizaciones por retrasos.

En este artículo te contamos cómo ahorrar en la factura del gas.

Otro aspecto muy importante es tener organizadas las cuentas bancarias. Si tenemos cuentas en diferentes bancos podemos intentar agruparlas todas en una misma entidad, lo que por ejemplo nos ahorrará comisiones a la hora de transferir dinero de una cuenta a otra. También ganaremos tiempo a la hora de hacer gestiones. Si tienes cuentas que no utilizas, ciérralas. Hay que pagar unos gastos de mantenimiento, así que te los ahorrarás y tendrás tu dinero mucho más organizado.

Si quieres ahorrar, registra tus gastos del día a día. Al principio eso de anotar todos tus gastos, desde ir a por el pan a la compra de la semana en el supermercado, se te puede hacer un poco pesado, pero poco a poco te acostumbrarás. También debes apuntar si pagas en efectivo o con tarjeta.

Después de unas semanas de anotar los gastos -un mes es un buen plazo- puedes dividirlos en categorías. Una pueden ser los gastos de hogar, otra la comida, el ocio, la ropa, facturas domésticas, etc. Dentro de cada categoría puedes diferenciar entre los pagos hechos en efectivo y los que hagas con tarjeta de crédito. Mes a mes puedes comparar tus gastos en cada categoría y saber en qué gastas más.

Una vez analizados los gastos puedes estudiar si te interesa más utilizar el efectivo o las tarjetas, saber cuándo te llegarán los recibos más importantes y ajustar otros gastos, como los de la categoría de ocio, para no desequilibrar tus cuentas. Poco a poco descubrirás en qué gastas más, pero si empiezas a planificar tus gastos lograrás equilibrarlos y empezarás a ahorrar.

Repasa periódicamente tus gastos. Conserva los recibos, los justificantes de pago con tarjeta, etc., y cada cierto tiempo comprueba que no ha habido errores a la hora de cobrarlos. Si guardas los recibos siempre podrás reclamar ante un error o un cobro que no debería haberse realizado. Es muy importante controlar los pagos que hacemos.

Si inviertes, debes aprender a valorar el riesgo de cada inversión. No es lo mismo tener un plazo fijo que un fondo o un plan de pensiones, en todo momento hay que saber donde nos conviene más poner nuestro dinero. Para administrar mejor las finanzas podemos informarnos. Así evitaremos comprar al alza o vender a la baja.

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