Cómo reducir los gastos si soy autónomo

Cómo reducir los gastos si soy autónomo

Los autónomos son aquellas personas que deciden emprender su propio negocio o trabajar por su cuenta y, por ello, deben llevar una gestión muy minuciosa para poder organizar los gastos y poder saber cuánto cobran en neto. La cuota de autónomos, el IRPF y los gastos relacionados con el trabajo que se desempeña son algunos de los gastos fijos que suelen tener los trabajadores freelance pero no los únicos, por este motivo, en unComo vamos a darte una serie de consejos que te ayudarán a saber cómo reducir los gastos si eres autónomo y así poder ir más relajado cada fin de mes.

Pasos a seguir:
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Igual que las empresas hacen anualmente una previsión de gastos e ingresos, conocidos como los presupuestos anuales, un autónomo también tiene que hacer este tipo de balance para saber qué gastos fijos tiene, cuáles puede reducir y los ingresos estimados que tendrá, de esta manera, se lleva una cuenta concreta de los beneficios del trabajador y se pueden empezar a valorar aquellos gastos que pueden reducirse o, incluso, eliminarse.

Para poder hacer este balance de situación, lo primero que tienes que hacer es anotar todos los gastos que tuviste el año pasado y que están relacionados con tu vida laboral, por supuesto. Luego, anota los ingresos que obtuviste y, así, podrás tener unos datos aproximados de los números del nuevo año. Como bien dice el nombre, esto será un "presupuesto" y, como tal, puede incluir algún margen de error pero, de forma aproximada, podrás llevar una contabilidad sobre tu vida laboral, algo necesario para no despilfarrar demasiado y que las cuentas estén claras.

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Hay algunos gastos típicos en el mundo de las oficinas que, actualmente, pueden eliminarse por completo gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, deja de comprar tanto papel y opta por los documentos en línea usando aplicaciones como Dropbox o Google Drive, por ejemplo. Este sencillo cambio reducirá tu gasto en papel, tinta para la impresora y bolígrafos que, aunque parezca una tontería, es un gasto que puede reducirse y, anualmente, tu presupuesto lo notará.

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Una vez ya tengas todos los datos recopilados, es el momento de comenzar a valorar aquellos gastos que tienes fijos y que puedes reducir o eliminar. Por ejemplo, si eres freelance y trabajas por Internet puedes comenzar a pensar si, realmente, necesitas alquilar una oficina o si puedes trabajar directamente desde casa.

El gasto del alquiler es un gasto elevado y mensual que puedes evitar y tu economía lo notará muy visiblemente. En el caso de que trabajes como comercial o tengas reuniones habituales con clientes, puedes optar por alquilar salas de reuniones por horas y, así, evitar quedar en un bar que queda poco profesional.

Pero si trabajar desde casa no va contigo, una opción que cada vez reúne a más adeptos es el "coworking". Es decir, diferentes freelance se unen para alquilar de forma conjunta una oficina y tú tendrás derecho al uso de un ordenador, de una mesa de trabajo, de Internet, de salas de reuniones, etcétera. Este tipo de oficina resulta mucho más económica para los autónomos y consigue tener un lugar de trabajo fuera de casa sin tener que invertir grandes cantidades de dinero.

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También se debe evitar caer en hábitos que suponen una gran inversión de dinero. Por ejemplo, si cada día desayunas fuera comprándote un café y un bocadillo, este gasto mensual puede ser bastante elevado y es muy fácil de reducir si te preparas tú mismo el sándwich en casa y optas solo por comprar un café o, más aún, si te haces con una cafetera y puedes tomar café recién hecho cada día sin tener que gastar tanto dinero.

Lo mismo ocurre con la hora de la comida. Si tu trabajo requiere que te quedes a comer en la oficina, evita ir cada día de menú a un bar o restaurante y prepárate un tupper en casa; así, conseguirás ahorrarte una importante cantidad de dinero mensualmente y, además, seguro que comerás de forma mucho más saludable. Estos pequeños cambios de hábitos te ayudarán a gastar mucho menos y, así, a ahorrar en tus gastos como autónomo.

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Otra manera de reducir los gastos siendo autónomo es contar con el "outsourcing", es decir, si necesitas a un diseñador web, por ejemplo, en lugar de contratar a un profesional que te supondrá un gasto extra, lo mejor es contratarlo de forma externa y, de esta manera, te ahorras los gastos del contrato pero también otros gastos como, por ejemplo, comprar programas para que desempeñen su labor (Photoshop, Dreamwever, etcétera).

La externalización de servicios es una manera perfecta de derivar algunos departamentos de tu empresa a otras empresas especializadas o contratando a otros autónomos que sean expertos en el tema. Los servicios que más se suelen externalizar son los de atención al cliente, los de RRHH, la distribución, etcétera.

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Para terminar, desde unComo vamos a darte un consejos que te ayudará a tener perfectamente controlados tus gastos como freelance: ten diferentes cuentas bancarias. Mensualmente aparta los impuestos que tienes que pagar (cuota de autónomos, IVA, IRPF, etc.) en tu cuenta profesional, aquí también ingresa todo el dinero que dedicas a tu profesión (gastos de transporte, de recibos, de oficina, etc.) y, en otra cuenta, separa el dinero que es para ti, para tus gastos personales y tu vida diaria.

Un error muy común entre los autónomos es que se mezcla en la misma cuenta el mismo dinero y, por tanto, nunca sabes exactamente con qué dinero cuentas para ti haciendo que sea más fácil llegar a fin de mes con números rojos. Para evitar esta situación, el secreto está claro: ten dos cuentas, una profesional y otra personal y nunca las mezcles. Ya verás cómo empiezas a tener tus números mucho más claros.

También puedes estar al día de las subvenciones para autónomos que puedan haber en tu país. Es una buena manera de poder beneficiarte de algunas ventajas para este colectivo que pueden, también, ayudarte a reducir costes.

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