Cómo cambiar el testamento
El testamento, un documento que dejará constancia de nuestra última voluntad para cuando ya no estemos, puede realizarse en cualquier momento de nuestra vida. Por ello, a lo largo de nuestra existencia, un buen número de causas podrían hacernos variar de opinión y desear cambiar algunas cuestiones relacionadas con nuestra herencia. En unComo.com te explicamos cómo cambiar el testamento.
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Pasos a seguir:
La vida nos somete a cambios de especial relevancia que podrían modificar lo que ya decidimos con respecto a nuestra última voluntad. Entre las razones más comunes para querer rectificar un testamento figuran una separación o divorcio, un transformación sustancial de la situación personal de algún heredero, desafectos y rencillas familiares, enfermedades, cambios de formas de pensar, accidentes, entre otros aspectos.
Es bueno saber que el testamento es un acto voluntario fundamentalmente revocable y ello quiere decir que podemos cambiarlo y modificarlo cuantas veces creamos conveniente a lo largo de nuestra vida. En algunos estados el acto se realizará mediante un nuevo testamento que revocará al anterior y en otros lugares será necesario un codicilio.
El codicilio es un documento anexo, realizado con posterioridad al testamento original, a través del cual podemos modificar alguno o algunos de los apartados de nuestra primera voluntad testamentaria. Su uso es habitual en algunos estados americanos que no permiten la anulación total de un testamento y en realidad, a través del codicilio, lo que permiten es la modificación parcial. De todos modos, en estos lugares también se tiene la potestad de realizar cuantos codicilios consideremos necesarios a lo largo de nuestra vida.
En cualquier caso, cambiar el testamento resulta un acto sencillo y su coste dependerá del tipo de testamento que hayamos realizado. En caso de que nuestra última voluntad la hubiésemos expresado ante un notario, debemos acudir a sus servicios para realizar el nuevo testamento, pagando sus emolumentos. No obstante, ya existen notarías que prevén esta posibilidad y, al hacer testamento, ofrecen al testador la posibilidad de cambiar de parecer por una tarifa especial y más barata.
En el caso de el testamento ológrafo, esto es que lo hayamos redactado nosotros mismos, no tendremos más que redactar otro con fecha actual. Esto no implica coste alguno. No obstante sí generará gastos para nuestros beneficiarios, ya que el testamento ológrafo debe ser adverado, esto es validado judicialmente y formalizado ante notario, a instancias de cualquier parte.
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