¿Estás pensando en formar a jóvenes en un oficio específico? ¿Te gustaría dar clases de formación profesional en tu propio centro? Si eres emprendedor y deseas abrir un instituto de formación profesional lee con atención este artículo. En unComo.com te damos las claves sobre cómo abrir un instituto profesional. Consigue la acreditación de tu Ayuntamiento, realiza tu plan de negocios y organiza el proceso de apertura adecuadamente. Con estos consejos lograrás el éxito.
Antes de lanzarte a pedir licencias o hacer cualquier otro movimiento, decide qué tipo de instituto de formación profesional abrirás. Ten en cuenta que debe ser un lugar donde se forme a personas para un oficio en concreto, así que procura que se ajuste a tus experiencias y a tu campo profesional. Los más frecuentes son: estética, cocina, electricidad, hostelería o administración, entre otros.
Estudio de mercado. Es necesario que sepas si existe una fuerte demanda sobre el área que deseas crear el instituto. Debes tener en cuenta, además de la demanda, la competencia –si la hay– en el lugar donde deseas abrir tu instituto. Te recomendamos consultar nuestro artículo cómo hacer un estudio de mercado.
Una vez tengas claro el instituto profesional que abrirás, empieza con la burocracia. Pide los permisos y certificaciones necesarios para abrir tu negocio. Si cuentas con un local pero debes hacer obras para adaptarlo, también debes pedir los permisos de obra que se requieren. Infórmate en tu Ayuntamiento. Podrás encontrar los detalles en:
- Cómo solicitar una licencia de apertura
- Cómo solicitar una licencia de actividades e instalaciones
Plan de negocio. Para que tu propuesta sea aceptada, debes elaborar un plan de negocio en el que se explique el plan de estudios que ofrecerás a tus alumnos y los profesionales que lo desarrollarán. Además, en él, deberás definir el tipo de demanda del instituto, que habrás visto después de realizar el estudio de mercado. Incluye estadísticas educativas y de trabajo, así como el presupuesto y los costes de la inversión de capital para poder abrir el instituto (contratos, impuestos, materiales, seguros…). Por último, el plan deberá contemplar las pérdidas y los beneficios que se espera tener en los primeros dos años de vida del proyecto.
Una vez tu plan de negocio sea aceptado por el gobierno municipal, debes registrar el instituto en las organizaciones locales y estatales pertinentes. Toda la información sobre ello te la aportará tu ayuntamiento. ¡Consúltalo!
Capital. Necesitarás hacer una buena inversión inicial para abrir tu instituto profesional. Si no cuentas con el dinero suficiente, pide un préstamo en tu entidad bancaria o bien intenta obtener un financiamiento estatal o bien privado. Otra opción es buscar socios y avales que puedan prestarte el dinero requerido. ¡Busca la mejor opción!
Localización. Es importante que tu instituto esté bien emplazado. Debe ser accesible y estar adaptado al entorno. Además, debe cumplir con todos los requisitos y normas de seguridad.
Una vez cuentes con la infraestructura de tu instituto, contrata un seguro. En él debe incluirse el edificio y todo lo que contenga, además de obtener otros seguros que consideres necesarios, como por ejemplo el de responsabilidad civil.
Compra el equipo. Depende de la profesión que desarrolles en tu instituto de formación, deberás proveerte de unos u otros materiales. Haz una lista con todo lo que necesites antes para no olvidarte nada.
Contrata personal. El instituto no puede llevarse solo, así que piensa en los distintos puestos de trabajo que necesitas cubrir y elabora los contratos. Pon las ofertas laborales en páginas web especializadas y empieza las entrevistas con los seleccionados. En la redacción de las ofertas de profesores, procura poner los requisitos de cada puesto: estudios, experiencia profesional…
Tienes los permisos, el edificio, los profesores… Falta lo más importante… ¡Los alumnos! Haz una buena campaña de publicidad mediante institutos y escuelas públicas, periódicos o diarios locales, vallas publicitarias o radio y televisión local. Todo es bueno a la hora de conseguir atraer a tus futuros alumnos.
Una vez tengas las plazas cubiertas con tus alumnos inscritos, ya podrás empezar a impartir clases en tu instituto profesional. ¡Enhorabuena!
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